Dicen que los 40 son la madurez de la juventud, no sé si será verdad pero lo que sí que tengo claro es que aún hay muuuuuucho que aprender, muchos lugares que conocer y es una edad muy buena para empezar a practicar nuevos deportes. Reconozco que esto último requiere de esfuerzo y que puede dar algo de perecilla pero se ha demostrado que es muy bueno tanto a nivel físico como mental. Así que este verano decidí aprender surf …

Como cualquiera puede imaginar es un deporte muy muy divertido, con el que se hace mucho ejercicio (yo creo que no hay músculo que no se mueva), requiere de mucha concentración (lo que te ayuda a evadirte y desconectar) y coordinación en un maravilloso entorno natural como es el mar ¡que más se puede pedir!

Si ves un vídeo, de los miles que hay por YouTube, o tienes la suerte de estar en una playa con olas, es un placer ver a los surfistas deslizándose por las olas con una agilidad y naturalidad que hace pensar que es muy sencillo. Pero no es tan fácil como parece, sobre todo para los adultos y lo digo por experiencia ¡qué horror el primer día! ¡Nunca me habían comido tantas olas!

Reconozco que por un momento pensé en dejarlo, pero como no suelo tirar la toalla así como así, se me ocurrió escribir un diario a través del cual esforzarme cada día en identificar la parte positiva de cada clase, ir marcando mis progresos y de este modo auto-motivarme. Tengo que reconocer que ¡funcionó!

Ahora leo mis notas y me río porque revivo todos esos días y como fue la evolución sobre la tabla. Y pensando en aquellos que puedan estar en mi misma situación, pasando más tiempo en el agua que en la tabla he decidido compartirlo porque es normal que cueste al principio, pero con práctica y constancia todo se acaba logrando. Como les digo a mis hijos no hay nada que después de practicarlo 200 veces no acabe saliendo bien.

Así que aquí están mis sentimientos, avances y retrocesos de mis primeras clases de surf:

CLASES DE SURF

Día 1

Hoy he descubierto lo que sienten las toallas en la lavadora. La goma de la coleta la perdí a los 5 minutos de entrar en el agua y no recuerdo ni el número de veces que me han comido las olas y el agua que me ha entrado en la nariz. Además me he llevado un buen tablazo en el cuello que me da dejado dolorida durante el resto del día.

A pesar de todo, como he decidido que hay que sacar algo positivo cada día, como hito del día de hoy tengo que reconocer que ¡he conseguido mantenerme de pie durante toda una ola!

Ahora a descansar

Día 2

Después de los chapuzones de ayer, cuando he entrado en el mar, me he dado cuenta que la clase de ayer no fue tiempo perdido y que al menos aprendí a subir y bajar de la tabla, cosa que se me da bastante bien y a evitar que me lleven las olas. Por lo que el día de hoy ha sido menos accidentado aunque el equilibrio sigue siendo todo un reto y tengo que encontrar algún truco que me permita avanzar y no parecer un pato.

Casi al final de la clase me he dado un tablazo en toda la cabeza pero por suerte no ha dolido tanto como el de ayer… o ¿será que tengo la cabeza muy dura?

Lo más destacable del día de hoy es que me he subido a la tabla más veces y veo esperanzas de llegar algún día a la orilla sin caerme ni parecer equilibrista. Quien sabe… quizás después de unos 200 intentos más lo consiga. ¡Que paciencia tienen los monitores conmigo!

Día 3

El día se ha levantado con muchas olas y algunas bastante grandes. Los surfistas han estado como locos de contentos, pero a mi me ha tocado luchar para entrar con la tabla hasta donde ya no rompen y alcanzar la zona tranquila. Con la experiencia del lunes yo creía que ya había aprendido lo que NO hacer pero ha venido una ola enorme y me ha comido enterita, todo por no soltar la tabla. Después de varias vueltas bajo el agua lo único que me preocupaba era donde estaba la tabla para que no me volviera a dar en la cabeza. Por desgracia la tabla seguía encima de mi cabeza pero al final… conseguí salir. Entre ola y ola, en algún momento la tabla me ha debido de dar en la pierna porque me molesta pero el agua está tan fría que ni me he enterado. Seguramente no será nada.

Además gracias a la fuerza del mar he conseguido mantenerme en pie en varias olas. Ahora tengo que agacharme un poco más…

Así que el día de hoy ha sido ¡muy divertido! Y destacar que me he mantenido arriba varias veces…sigo mejorando (ya soy solo medio pato) así que ahora sí que ya no me rindo.

Día 4

He empezado a agacharme y tener una postura que me ha permitido aguantar más el equilibrio aunque me cuesta colocar los pies en la tabla a la primera y una vez que estoy encima de la tabla luego tengo que rectificar y a veces eso me desestabiliza. Hoy he empezado a mirar hacia arriba y no preocuparme tanto por los pies y he notado un cambio importante. Cuesta pero voy mejorando. A ver si dejo la postura de equilibrista.

El dolor de ayer en la pierna se ha transformado en dos enormes moraduras que ocupan medio muslo. Impresionan pero duelen algo menos que ayer. Me estoy dando masajes y van algo mejor.

Resumen del día: ¡Tengo que mirar hacia arriba, hacia la torre! Hoy eso me ha ayudado mucho a colocarme y empiezo a sentirme mucho más segura ¡subidón!

Día 5

Fantástico día 5. Algo mágico ha pasado. Como si me hubieran encendido un interruptor, de repente me resulta más fácil subirme a la tabla. Desde la primera ola encontré el equilibrio. Ahora tengo que concentrarme, flexionar más las piernas y empezar a trabajar la postura.

Día 6

Después del merecido descanso del fin de semana ha amanecido con el mar muy calmado y parece que no hace tanto frío, lo cual ha sido muy bueno para remar, remar y remar.

Siempre hay algo que aprender y algo que mejorar así que hoy ha sido un día de los que seguramente muchos considerarán un aburrimiento pero que ha resultado muy bueno para aprender a coger olas sola y practicar sin ser engullido lo cual, después de la semana pasada, se agradece bastante.

Resumen: Extraña tranquilidad donde he cogido muy primeras olas sola (aunque he de reconocer que se echa de menos las olas).

Día 7

Hoy el mar parece que está algo mejor que ayer, algo más divertido. La posición va mejorando. Hoy hemos intentado madre e hijo tomar la misma ola pero nos hemos chocado una y otra vez. Eso sí ¡como no demos reído! Ya le he dicho que respete a su mami y no me atropelle pero ¡ni caso! Ahora que ya no me daba golpes ya me he comido unos cuando de mis «tablas vecinas»

Resumen: un día muy divertido madre-hijo

Día 8

Es miércoles y cada día el surf nos tiene más enganchados. Ahora entro y salgo con mucha más agilidad y paso la zona donde rompen las olas en un plis aunque siento la fuerza de las olas en las piernas y en la tabla.¡Esto sí que es deporte! ¿Habré llegado ya a los 200 intentos? No lo sé pero me siento fenomenal. Mis monitores me animan mucho y estoy encantada.

El día ha sido redondo: disfrutando cada minuto

Día 9

El día de hoy ha sido increíble. El mar está fenomenal, ya voy remando y he cogido varias olas solitas (madre mía como agota) Y, como por arte de magia he cogido una ola de derechas. ¡Gracias Miguel! Ha sido increíble ¡que subidón! Como engancha el surf.

Resumen: Día fantástico aunque tengo una molestia en la costilla desde hace unos días que va a más. Esta tarde me paso por el médico a ver qué me dicen.

Día 10

Desde el jueves llevo con dolor en el costado, así que he estado cuatro días de reposo con antiinflamatorios y analgésico pero no consigo estar bien. El médico me ha dicho que este a reposo unas semanas pero me cuesta dejar la tabla definitivamente con lo bien que iba. Como buena cabezota que soy, hoy he intentado coger la tabla y al principio muy bien pero al final ya me ha costado levantarme por el dolor. Voy a tener que dejarlo unos días mas a ver si consigo estar mejor. Sniff sniff.

Día 11

Me he quitado la espinita que llevaba clavada y me he vuelto a subir a la tabla. Las primeras olas han sido increíbles. Estoy mucho mejor pero sé que hoy será mi último día porque la molestia sigue ahí. He disfrutado muchiiisimo del día de hoy a pesar de que el último cuarto de hora me ha empezado a molestar de nuevo, pero me voy feliz.

Como resumen decir que no puedo estar más feliz y encantada con todo lo aprendido, con el equipo de Cadizfornia Surf School que me ha ayudado a no rendirme, a seguir adelante y disfrutar de cada día, de cada ola… Ha sido una experiencia personal fantástica, que ha superado mis expectativas y que recomiendo a cualquiera, independientemente de la edad.

Si os animáis acercaos a una escuela allí donde vayáis (si vais por Chiclana acercaros a Cadizfornia Surf School, os encantará) y si tenéis hijos no dudéis en apuntarles e iniciaros en el surf con ellos: además de compartir tiempo juntos es muy divertido ver la evolución de padres e hijos.