Las rosquillas de anís son un dulce tradicional muy español y un clásico en muchas casas en Semana Santa, entre ellas la mía. De pequeña, a mi madre le encantaba prepararnos una buena bandeja de rosquillas de vez en cuando y ¡cómo disfrutábamos! Yo creo que de ahí viene la expresión de “estaban para chuparse los dedos” porque acababas chuperreteando el azúcar que te quedaba por los deditos.

Sin embargo, como cada vez tomamos menos fritos, poco a poco las fuimos dejando de hacer y ahora sólo las tomamos de vez en cuando, eso sí ¡están deliciosas y sientan de maravilla! Aquí os dejo la receta por si os animáis.


Ingredientes (30 rosquillas)

  • 500gr de harina
  • 4 huevos
  • 50gr de azúcar
  • 80ml de anís
  • 100ml de aceite
  • Ralladura de un limón
  • 1 sobre de levadura Royal
  • Azúcar para rebozar al final

Elaboración

Bate los huevos con el azúcar hasta conseguir una espuma.

Añade el aceite, el anís y la ralladura de limón.

Mezcla la harina y la levadura y añádela a la mezcla.

Saca la masa del recipiente, ponlo en uno limpio y déjala reposar 1 hora.

Una vez pasado este tiempo, haz las rosquillas y fríelas en abundante aceite no muy caliente, para que dé tiempo a que la masa se haga sin que se quemen. Lo ideal es que queden con un tono entre cremita y marroncito clarito.

Cuando las saques pásalas por el azúcar y déjalas en una bandeja para que se enfríen (si eres capaz de resistirte a la tentación)