No siempre tenemos todo lo necesario para hacer un pan elaborado: a veces no tenemos masa madre, otras veces no tenemos la harina apropiada y otras veces simplemente no tenemos tiempo. Con esta súper sencilla receta no necesitas tan apenas tiempo ni amasado…y la harina ¡puede ser normal! Más fácil imposible

Ingredientes
500gr Harina
350ml Agua templada
7gr Levadura seca de panadero
3 cucharadas Aceite
10gr Sal

Elaboración

Poner la levadura seca en un vaso e hidratar durante unos minutos en un poco de agua.

Mezclar en un bol el agua, la mezcla anterior de levadura, el aceite y unas 5 cucharadas de harina. Mezclar con una cuchara de madera, tapar con un trapo y dejar reposar unos 20 minutos a temperatura ambiente.

Incorporar el resto de harina con la sal. Meclar hasta conseguir una masa homogénea y dejar reposar 10 minutos.

Poner aceite alrededor de la masa, poner aceite en las manos para que no se pegue la masa y hacer una bola. Dejar reposar 10 minutos.

Sacar la masa a la mesa previamente enharinada y amasar unos minutos. Dejar reposar 30 minutos la masa tapada con un trapo en un molde de cerámica.

En una bandeja de horno poner un poquito de harina. Yo la pongo con ayuda de un colador y así queda muy bien repartida. Pasada la media hora, quitar el aire al pan con un ligero amasado y colocar el pan sobre la bandeja de horno enharinada

Calentar el horno a 250grados.. Haz 3 o 4 cortes con un cuchillo muy afilado en el pan.

Justo antes de meter en el horno vuelve a marcar los cortes y pon un vaso de agua en una bandeja en la parte más baja del horno para añadir humedad al horneado.

Hornear durante 10 minutos.

Sacar la bandeja, bajar la temperatura a 220 grados y hornear hasta que alcance un tono dorado, unos 30 minutos y ¡a disfrutar!