Se acerca la Navidad y para mí es una época de ilusión, de alegría, de familia, de tradiciones, de creencias, de amigos,… un momento para celebrar y para compartir.

Familia y amigos
Uno de los mejores regalos que ofrece la Navidad es la oportunidad de compartir unos días en familia y con amigos (y recordar a los que no están), de reír y jugar. En una época en la que la distancia que nos separan a todos en el día a día desaparece pues la Navidad nos hace volver a juntarnos a todos generando un ambiente de alegría, una sensación de armonía y el deseo de disfrutar recordando el tiempo vivido juntos.

Vacaciones
La Navidad nos regala también tiempo: tiempo para relajarnos, para romper la rutina, para viajar, para cambiar de horarios… Tiempo durante el cual decorarnos nuestras la casa, escribimos tarjetas de Navidad, vamos preparando esas maravillosas recetas para los comidas que llegan…

Tradiciones
Otro regalo que nos trae la Navidas son las tradiciones. Cada familia tiene sus tradiciones propias y populares por Navidad. Todas ellas son maravillosas porque las tradiciones vienen cargadas de historia, y de preciosas enseñanzas. En la mía, entre otras, de pequeños teníamos la tradición de disfrazarnos y hacer un Belén viviente con los más pequeños de la casa que nos vestíamos de angelitos y pastores. Tradición de montar el árbol entre todos intentando ocultar lo más posible los cables de las luces. Tradición de comilonas eternas con millones de platos y postres tan riquisimos como irresistibles. Tradición de compartir los últimos segundos del año con las uvas el día de Noche Vieja (salvo un tío mío que tiene por tradición tomar rodajas de plátano) y brindar con algo de oro en la copa de champagne… Es fundamental recordar la importancia de mantener las tradiciones navideñas, compartirlas y trasmitirlas a nuestros chiquitines porque son y serán también sus tradiciones.

Creencias
Creer nos llena de ilusión y en Navidad creer en Papá Noel, en el Niño Jesús, en los Reyes Magos es maravilloso porque te permite soñar. ¡Qué valor tiene el compartir la sonrisa de un niño cuando se va a acostar nervioso por la llegada de los Reyes o Papá Noel o el Niño Jesús que durante todo el año le han estado observando si ha sido bueno para dejarlo un regalito en Navidad! … Pues sólo por vivir junto a él esos momentos mágicos ya merece la pena esperar un año más.

 Y por todo ello y muchas cosas más… ¡me encanta la Navidad!