Hay días especialmente duros y hoy ha sido uno de ellos.

Desde hace tiempo, cuando contábamos una historia o una peli que parece que va a acabar mal, Ale siempre te preguntaba: ¿y se ha muerto? O ¿y se va a morir? O ¿ y se murió? Pero siempre ha sido como si fuera una película en la que muere un personaje y cinco minutos más tarde ves al mismo actor en otra serie sin notar que fuera consciente de la transcendencia que tenía. 
Sin embargo, hoy, cuando ya estaba en la camita a punto de dormirse, le he visto serio… estaba preocupado. Me he acercado y le he preguntado qué le pasaba. Y me ha dicho:

– Mamá ¿tú te vas a morir?

– Si claro- le he dicho- pero será dentro de muuuuuchos años. Antes tienes que aprender a leer, a escribir, a hacer multiplicaciones y divisiones, a conducir…

– Bueno mami, ahora podemos conducir. Si nos ponemos los tres, uno lleva el volante y otro pisa los pedales podemos conducir aunque seamos pequeños. 

– Si, ahora podrías conducir así, pero ya sabes que no se puede y que tienes que aprender a conducir como papa y mama. Además tendrás que acabar de estudiar, tendrás que trabajar, viajar, comprarte una casa, casarte, tener tu propia familia, hacerte mayor, …

– Ya mami, pero yo no quiero que te vayas. ¿No nos podemos ir juntos?. Añadió. Además si te vas al cielo, como voy a poder hablar contigo. Cómo podré saber por dónde tengo que llamarte…

Y yo ya no sabía cómo acabar esa conversación tan espinosa que por más que intentaba recordar cómo había empezado no lo recordaba. 

Entonces nuestra princesita empezó a hacer pucheros.

Me acerqué a verla y le pregunté qué le pasaba y me dijo que se había puesto muy triste por lo que su hermano había dicho. Y entonces rompió a llorar y a decirme que no quería estar sin mí… 

Entonces me he derrumbado sólo de pensarlo. Y en una fracción de segundos ha vuelto a mí ese sentimiento y ese dolor en forma de recuerdos de momentos similares vividos por mí cuando era niña y pensaba en la idea de que mamá no estaría y faltaría un día. Y lloraba… Y lloraba… Tal y como ella estaba haciendo ahora.

Que doloroso es darte cuenta de que eso un día pasará. Y esas personas que son tus pilares y que te protegen cuando lo necesitas… Un día faltarán.