Reyes es una enamorada de la acuarela que con tres añitos empezó a pintar en una escuela, que acabó quedándose con la escuela para dedicarse a compartir con otros su pasión y su conocimiento por la pintura y que hace un año decidió embarcarse en este precioso proyecto a través del cual crea pantallas únicas y exclusivas, pintadas a mano en acuarela.
Ella nos ha abierto las puertas de su taller/escuela y nos ha contado como surgió MATOSHINE, cómo han sido sus comienzos y cuáles son sus planes de futuro.

Hola Reyes cuéntanos cómo empezaste a pintar y cómo esa pasión por la pintura acabó convirtiéndose en tu profesión
La verdad es que las cosas han ido pasando en mi vida de forma muy natural. Con tres añitos mis padres me apuntaron a una academia, como hacen muchos padres con sus hijos, para que aprendiera a pintar.
A mí me gustaba mucho y disfrutaba mucho en la academia, así que aunque iba creciendo y los estudios me iban dejando cada vez con menos tiempo libre para pintar, siempre conseguía encontrar un huequecito para acercarme a la academia.
Acabé la carrera, conseguí mi primer trabajo…. y cuando me quedé en paro, como no podía pagar todas las horas de clase que quería, les plantee si podía ir a pintar alquilando una parte del local, a modo de estudio para poder ir en cualquier momento. Así lo hicimos.
Al cabo de unos meses la dueña se fue a vivir fuera y me ofreció quedarme con la academia. Y me encontré, con 23 años, llevando la academia de pintura a la que mis padres me llevaron con 3 añitos.
Y ¿cómo surgió la idea de pintar pantallas de lámparas?
Llevaba 9 años dando clase, algo que me fascina porque estudié magisterio y era uno de mis sueños, y aprovechaba los momentos bajos en la academia para hacer cosas adicionales y complementarias como cuadros por encargo, invitaciones de boda, colaboraciones para particulares o empresas de bodas… Esto me permitía desarrollar también mi parte más artística y creativa.
De todas las técnicas de pintura, la que más me gusta es la acuarela que me fascina por el factor sorpresa: el agua hace que no sea cien por cien dominable. Así que a través de los encargos empecé a sentir la necesidad de hacer algo para fomentar la acuarela y así del sentimiento acabó surgiendo la idea de empezar a decorar pantallas y así convertir un cuadro en un objeto decorativo.
Empecé haciendo pruebas con unas primeras pantallas (que aún tengo en casa), probando papeles que fueran lo suficientemente gruesos como para poder pintarlos pero los suficientemente flexibles para que luego pudiera montarse como pantalla; comprando las cinta para colocar en las pantallas… incluso empecé montándolas ¡yo misma en mi casa!

En paralelo iba desarrollando la página web, diseñando el logotipo, buscando el nombre de la marca… y con el tiempo encontré un pantallista artesano fantástico en el que poder delegar el montaje de las pantallas que es un trabajo que requiere de mucho cuidado y delicadeza.
Con todo listo, y a dos semanas del confinamiento lancé “Matoshine”, pero entonces saltó el estado de alarma y lo tuve que parar, al igual que la escuela. En ese momento tenía pocos encargos, porque estaba empezando, pero como el país estaba parado y hasta el pantallista dejó de trabajar, decidimos posponer el lanzamiento hasta septiembre y aprovechar este tiempo que nos regalaban para dedicarlo a la familia.
Por suerte, la creación de la empresa y su lanzamiento no había llevado ningún riesgo ya que yo ya era autónoma, tenía local y no había realizado una gran inversión.
¿Quiénes formáis el equipo?
Ahora mismo, y dada la situación actual de incertidumbre con la pandemia, estoy yo sólo pero me apoyo en una serie de tiendas que están apostando en mi producto para la venta y además cuento con la inestimable ayuda de un pantallista artesano para el montaje.
¿Qué significa MATOSHINE?
El nombre es fruto de un brain storming que hice con un grupo de amigas. A partir de mi apellido, Matossian (de origen armenio) buscamos algo que pudiera enlazarse con la luz, las pantallas… y entre risas y bromas acabamos cambiamos el final por la palabra inglesa “shine” que significa brillar.
¿Cómo es el proceso de creación de las pantallas de Matoshine?
Son totalmente personalizadas, uno elige tamaño, forma, dibujo, las cintas… pero por supuesto con asesoramiento por mi parte en caso de no tener las ideas claras. Podemos hacer mini bocetos, búsqueda de imágenes… hasta dar en la tecla de lo que uno busca. Una vez pintada, se forra con PVC para protegerlo y evitar que se queme, como cualquier pantalla normal, y se monta.
Si alguien quiere comprar una de tus maravillosas pantallas, ¿Qué tiene que hacer?
Ahora mismo se puede realizan los pedidos a través de la web www.matoshine.com , a través de la cuenta de Instagram @matoshine o acercarse en Madrid a cualquiera de los puntos de venta que actualmente ofrencen mis productos:
- “Á-Tipica” en la calle Núñez de Balboa
- “Galería Mercedes Urquijo” en la calle Bárbara de Braganza
- “Sine Nomine Decoración” en la calle Luis Muriel
Y a partir de noviembre la tienda de Getxho “Miss Valentina” va a empezar a tener nuestras pantallas.
En las tiendas se pueden comprar las pantallas que tienen disponibles o también realizar encargos. Lo bueno de las tiendas de decoración es que se pueden ver las pantallas, la calidad… y permite acceder a un público que no utiliza las redes sociales o no busca por internet.
Además de lo que pueden ver, al ser un trabajo artesanal, puedo pintar cualquier motivo y hacer algo totalmente personalizado para el rincón de la casa que necesites. Nunca hay dos pantallas iguales, el proceso es totalmente artesanal. Se pueden hacer pantallas con motivos infantiles, unas iniciales, un bosque encantado,…
Ahora mismo realizo envíos a toda España y el plazo de entrega es de entre 15 y 20 días, desde el momento en que se hace efectivo el encargo.
Ahora mismo estoy en un momento con muchos encargos tanto de pantallas como encargos de cuadros en acuarela. Me adapto completamente a lo que el cliente necesite para su hogar porque los cuadros es algo muy personal.
¿Y cuáles es tu plan para MATOSHINE?
Mi objetivo a largo plazo es abrir mi propia tienda “Matoshine” de lámparas y pantallas con mi taller donde poder dedicarme por completo a este proyecto y poder ofrecer al público todo tipo de pantallas (grandes, pequeñas, con motivos animales, florales,…) así como lámparas completas con sus pies a juego… y ¡quién sabe todo lo que de aquí a entonces haya surgido!

De la entrevista de hoy me quedo con la fuerza, creatividad y energía de una mujer con tanta confianza en lo que hace que la convierte en imparable. Una mujer sin miedo a emprender que ve oportunidades hasta en plena crisis sanitaria y económica, y que aprovecha las oportunidades conforme le van llegando. Con unas manos, un gusto por la belleza y una pasión por las acuarelas que le han llevado a montar su propia empresa a través de la cual convierte una pieza de decoración tan elemental, como es una lámpara, en un pequeño cuadro.