En alguna ocasión te habrá ocurrido que tú o alguien cercano lo está pasando mal porque se encuentra en un grupo donde no le valoran: puede ser un grupo de amigos, una pareja, un grupo de ocio, o un grupo de trabajo. La siguiente historia muestra que lo mejor en estas situaciones es cambiar y buscar el sitio donde seas valorado, el lugar donde volver a disfrutar.

Antes de morir, un padre le dijo a su hijo: “Este reloj me lo regaló tu abuelo y tiene más de 120 años. Antes de regalártelo, quiero que vayas a la joyería y les digas que me interesa venderlo, y me dices cuanto te ofrecen”.

El hijo fue a la joyería, regresó donde su padre y le dijo: “Me ofrecieron 200 euros porque es muy viejo”.

El padre le dijo: “Ve a la casa de empeño y pregunta”.

El hijo fue a la casa de empeño y regresó. Le dijo a su padre: “Solo me ofrecieron 10 euros porque está muy descuidado”.

Entonces el padre dijo: “Ve al museo y pregunta allí”.

El hijo fue al museo, regresó donde su padre y le dijo: “¡Padre! El tasador me ofreció 750.000€ por el reloj. Es una pieza antigua y ¡lo van a incluir en su colección mas valiosa de antigüedades!”

Finalmente, el padre le dijo: “Quería que supieras que en el lugar correcto te valorarán de la manera correcta. Si de repente te encuentras en un lugar donde no te valoren, no te molestes. Cambia de lugar y rodéate de los que si te dan el valor que mereces. Nunca te quedes donde no te aprecien.”