Ya ha llegado de nuevo el 8 de julio y por lo tanto… ¡Vuelve a ser
mi cumpleaños! Este año… ¡¡42!! Uff por mucho que los que me rodean
sigan viéndome como la peque porque son más mayores que yo, no deja de
imponer la edad. Peeeeeeero tengo la suerte de poder disfrutar de una
familia y unos amigos maravillosos (más o menos cerca) así que me
sigue encantando celebrar años y recordároslo para que, por supuesto,
me felicitéis.
Este año ha sido un año en el que hemos estado principalmente en casa.
Juan y yo hicimos un par de viajes solos en primavera, pero salvo eso
hemos evitado movernos, que ya entre los niños, los estudios y el
trabajo llegábamos rendidos. En verano, por supuesto, nos fuimos a la
playa con los niños como todos los años, en esas merecidas vacaciones
que todos esperamos.
¿Cómo ha sido este último año? Pues tras un año intenso laboralmente,
con muchos cambios y tras 20 años trabajando como Asistente de
Dirección, he pasado hace una semana a trabaja como técnico dentro del
área de Clientes en MAPFRE. El cambio me apetecía mucho y estoy muy
contenta, aunque fueron semanas de hacer cajas, de recuerdos, de mucha
incertidumbre… hasta que se formalizó el cambio. Ahora empiezo una
nueva etapa llena de ilusión, con un maravilloso equipo y muchas cosas
que aprender. Hace tiempo una persona me dijo que los cambios son
grandes oportunidades que te brinda la vida. Y es verdad. Te lleva por
caminos que no tenías planeados y te da nuevas opciones que no
contemplabas así que si la vida era aburrida… la emoción está servida.
Como ya de por sí vivo lejos de la monotonía, con una constante
adaptación al cambio y al trabajo, me encanta esta nueva etapa.
Por la parte de la salud un bultito en el pecho y un lunar me ha dado
un par de sustos, así que durante este año me he concentrado en cuidar
la alimentación, introducir más frutas, verduras, semillas… (aunque
para ello haya caído en la moda de los batidos verdes).
Desgraciadamente no he tenido grandes éxitos culinarios al sustituir
alimentos de las recetas por otros más saludables, por lo que para
finalmente conseguir un buen bizcocho o una buena tarta no puedo
renunciar al gluten, el azúcar… Para el colegio de los niños y con
el fin de que todos pudieran comer galletas para el cumple de Juan
(¡no me podía imaginar la cantidad de alergias que hay) , prepare unas
galletas sin huevo y sin gluten tan ricas como frágiles y en la
oficina he tenido a mis compañeros como conejillos de indias de mis
pruebas (Juan cedió gentilmente ese papel). Reconozco que salvó la
primera tarta de zanahoria ( que cuando cayó a la papelera sonó como
si hubiera caído una piedra) el resto han sido bastante aceptables y
muy saludables.
Los niños están geniales, muy grandes y muy divertidos. Juan, en 1º de
primaria ya sabe lo que son los deberes (pobreciiiiiiito) y ha tenido
que esforzarse por mejorar la letra (ya podrá descuidarla cuando sea
mayor jijij) y la lectura y ha sido brillante con los números. El
curso pasó rápido y ha aprendido mucho pero desgraciadamente lo cerró
en mayo con una caída tonta en la que se rompió cubito y radio. Por
suerte, tras 7 semanas de escayola todo está ya bien. Tatiana ha
tenido un año perfecto en todos los sentidos: feliz en el cole, en
casa… Es cuidadosa con sus trabajos… Todo fenomenal. Alejandro si
bien empezó con un paso a tras ha tenido un año de refuerzo en
logopedia que le ha ayudado tanto a mejorar el lenguaje como a darle
confianza. El verano le está viniendo fenomenal y se le ve fantástico.
Y Gonzalo ¡menuda preadolescencia nos va a dar! Porque ya es todo una
batidora de emociones: tan pronto está llorando como riendo. Expresa
todas sus emociones con gran intensidad. Sigue siendo muy tenaz y
testarudo lo que le vendrá muy bien en el colegio si sabe gestionarlo
bien y no morir de emoción en el camino jijijiji.
Así que un año más, todo va avanzando según lo previsto dentro de los
márgenes estimados. Seguramente habrá años mejores y años peores pero
cada día que pasa me doy más cuenta de que lo importante no es tanto
lo que nos pasa sino como los gestionamos emocionalmente. Como ayuda
para gestionar la intensidad de las cosas, cuantas más cosas hagas,
más responsabilidades tengas, más fácil será relativizar. Porque no
hay nada peor que dejar la mente libre y enfocada en un solo problema
ya que sólo se consigue magnificar y desvirtuar las cosas y en ese
momentos desaprovechas oportunidades de disfrutar de la vida y, lo más
importante, dejas de hacer al resto feliz que creo que es el objetivo
final y donde reside realmente la felicidad.
Espero que paséis un buen día, un buen fin de semana y feliz verano.
Un beso enorme
Tatiana