Hola Juan,
¡He sobrevivido a Junio! Un mes intenso que tradicionalmente me pilla cansada y me deja exhausta y que, por supuesto, este año no iba a ser, ni ha sido, una excepción.
Y es que en este mes se juntan muchas cosas, siempre aparece alguna nueva y además, por primera vez este año me he enfrentado a él en solitario. Por lo que, como era de esperar, ha podido conmigo. Pero al mismo tiempo ha sido una buena prueba y ya tengo mejoras para gestionar mejor junio del año que viene. Y aprovechando que no vas a desconectar antes de tiempo y dejarme con la palabra en la boca como tantas veces cuando al contarte algo me extendía mucho en los detalles o sobrepasaba los cinco minutos, aquí va el resumen de las principales actividades del apasionante mes de junio:
- El fin de curso. El tradicional y más que esperado cierre del curso escolar vino cargado de millones de actividades (finales de examenes, presentación de últimos trabajos, retirada de libros antiguos, reserva de los nuevos, revisión de uniforme que se van quedando pequeños, fiesta de fin de curso, concentración de cumpleaños variados…). En la balanza, y para ser justos, a partir del día veintidós terminó el curso y por lo tanto se terminaron los madrugones, la preparación de las mochilas, los deberes, los trabajos y los exámenes y eso es fantástico. Este curso, tengo que reconocer, que no iba a exigir mucho a los niños, pero una vez más han demostrado una gestión magnifica de la situación, y aunque no ha sido su mejor año académico, no ha sido tan malo y puedo asegurarte que han aprendido mucho de otros aspectos muy importantes de la vida, de la gestión de las emociones y tienen un master en como afrontar algunas de las situaciones adversas de la vida.
- El final de las competiciones deportivas. Como cada año hubo entrega de medallas de las competiciones escolares. Este año el equipo de baloncesto de Juan consiguió pasar invicto toda la temporada y por lo tanto se alzó con la medalla de oro. Sin embargo, el año que viene ya no consiguen hacer equipo y ha estado haciendo pruebas en distintos clubs de baloncesto hasta que ha conseguido entrar en uno. Esta muy ilusionado porque ahora mismo es su mayor interés, y además es un nuevo grupo, nuevos compañeros y una nueva forma de entrenar. Tengo fe en que va a traerle beneficios en distintos ámbitos como el físico, el social y el emocional.
- La graduación de los trillis. ¡Cómo pasa el tiempo! Este año han terminado primaria y el año que viene empiezan secundaria. Aún recuerdo cuando entraron en el cole, eran tan chiquitines… y ahora van a empezar una etapa nueva en la que estoy segura que les va a ir fenomenal. Porque son niños que han nacido en equipo, entienden muy bien lo que es compartir (desde antes de nacer ya compartían “habitación”), aceptar que en equipo se hacen las cosas mejor que uno solo, reconocer que cada uno tiene sus fortalezas y entre todos se complementan. Siempre sentí que habían sido un regalo en nuestras vidas, un regalo para Juan, ahora también siento que han sido un regalo en sus propias vidas porque tienen un vinculo y unas habilidades con las que no todos contamos y que les ayudan a adaptarse perfectamente a todo lo que la vida les va trayendo.
- El verano. Aunque el invierno y la primavera fueron bastante buenos, junio llegó con el calor del verano que te deja aplatanado y que además me obliga a hacer cambio de ropa, de hábitos y de armarios. Y por supuesto ¡¡todos han crecido!! Así que el encaje de ropa no ha sido fácil. Juan ya me ha alcanzado y calza un 42, Tatianita ya comparte algo de ropa conmigo, y los repes llevan la ropa de Juan del año pasado. Como estoy en modo minimalista mi objetivo es que cada uno tenga solo lo que le quepa en el armario por lo que por ahora sale más de lo que entra y aunque son niños y no es fácil mantener ordenados los armario, al menos lo tienen algo más fácil.
- Los campamentos de verano. Un año más los niños se van de campamentos. Este año me ha ayudado un amiga que es un cielo, y fue mirando todas las opciones posibles hasta encajar las cuatro semanas de julio. No te creas que estaban muy emocionados pero son un planazo cada uno de ellos, y les van a mantener un poco más separados de las pantallas y haciendo deporte, ambas cosas muy positivas. La preparación de la ropa me llevó un poco más, pero antes de que me diera cuenta, ya estaba todo listo.
- La revisión del coche previa al verano. Esta es una de las cosas que el año que viene adelanto a abril o mayo porque meterlo en junio ha sido un estrés adicional que no era necesario. Pero es verdad que como durante todo el invierno me ha dado la lata, si puedo evitar ir al taller con cuarenta grados mejor que mejor. Como dice el refran “más vale prevenir que curar.”
- La preparación de vacaciones. Este que ha sido siempre el gran hito y al que me dedicaba durante meses… por desgracia este año ha quedado el último de la lista. Y es que al final el día tiene un número limitado de horas, y siendo una prioridad las actividades de los niños, a esto le dediqué lo minimo: búsqueda de destino, casa… y el resto, sobre la marcha, a dejarse llevar.
Así que, como ves, una vez más, Junio no me defraudó y alcanzó esa intensidad tan esperada como temida, que hizo que llegara un momento en el que aparqué el teléfono, mi gran ladrón del tiempo (llamadas, mensajes, correos…) y que cuando la intensidad sube, acaban convirtiéndose en interrupciones y frenos para llegar a lo que tengo por delante.
Y es que además de lo que te contaba, para junio me propuse sacar tiempo para mí, para desconectar, para cuidarme y para estar más tiempo con los niños. El equilibrio aún no lo he conseguido, y hay días geniales y días en los que gustaría esconder la cabeza como el avestruz a ver si cuando vuelvo a salir se ha resuelto todo. Pero sigo avanzando, y para mí es un logro de lo más positivo:
- He conseguido hacer elíptica de forma periódica. No todo los días, no te emociones, pero si que periódicamente y me hace sentir mucho mejor (si, ya lo se “te lo dije”).
- También he empezado a nadar aprovechando el buen tiempo que nos trae junio, pero aunque estaba muy decidida a veces la temperatura del agua no siempre me acompaña (ya sabes que solo acercarme a la orilla, ya me refresca).
- Reservo tiempo para meditar, rezar y conectar con el momento que vivo. Eso me esta permitiendo entender, aceptar e ir tomando decisiones. El otro día pensando en todo lo que había vivido desde agosto de 2021 hasta ahora, me costaba creer todo lo que había cambiado mi vida y todas las decisiones que he tenido que tomar, muchas de ellas duras y difíciles. Así que ahora siento que necesito tiempo y espacio, para encajar cada pieza en su nuevo lugar, cultivar la tranquilidad que necesito para poder ver con claridad, e ir construyendo nuestro nuevo día a día basado en lo que tengo ahora y no en lo que tenía.
Sobre los niños ¡qué te voy a contar! Que son un regalo, que todos estaban deseando acabar el curso, y que mientras van haciendose cada vez más mayores, van también adaptándose a esta nueva etapa de sus vidas que no querían. Y si bien tienen una capacidad de adaptación brutal, a veces se enfadan, a veces están tristes, a veces se ponen celosos entre ellos… y yo desde fuera lo veo siendo consciente de que detrás de cada pelea, cada sentimiento de tristeza, cada reacción está el hecho de que no puedan compartir el día a día contigo. Y si bien son felices, te echan de menos. Y aunque se divierten mucho y hacen las cosas típicas de los niños de su edad, de vez en cuando de forma inevitable conectan con ese sentimiento y en esos momentos… ahí estoy yo para sujetarles, estar a su lado y ayudarles a transitarlo con amor y compasión.
Ale sigue con un gran apego hacia mí. Ya puedo moverme sin tenerle pegado y no lo pasa mal, pero ese sentimiento siempre aparece cuando se encuentra mal. Disfruta de la naturaleza como tú, buscando y trayéndome bichos en cuanto tiene oportunidad y tengo que reconocerte que me fascina esa curiosidad, esa capacidad de observación y esa cabecilla que a veces hace que te suelte unas reflexiones que te mueres de la risa. El otro día, sin ir más lejos, estábamos hablando sobre las fechas de caducidad y tenía una botella de agua de plástico. De repente veo que se queda callado mirando la botella y me dice:
“Mamá, si el agua está en el planeta desde hace miles de millones de años, el agua no puede caducar. Entonces la fecha de caducidad de la botella es por el plástico, no por el agua ¿no?”
Gonzalo es todo amor y cuidado a los demás lo cual tengo claro que va a ser su seña de identidad. Siempre está pendiente de Juan, con el que tiene una gran amistad, con el que conecta muy bien y que siente que le necesita, y conmigo. Constantemente me da las gracias y me dice lo maravillosa que soy. Y se que lo hace de corazón, pero también que lo hace porque sabe que me encanta escucharlo y que cuando lo hace me hace sentir feliz y me alegra el día.
Tatianita está entrando en la adolescencia y esta de lo más graciosa. Además de haber crecido un montón (ya estamos casi a la misma altura), es una verdadera experta del cuidado del pelo, de los suavizantes, de las cremas, de la ropa… Es constante, metódica y muy perfeccionista lo que le hace que suela brillar en todo lo que hace pero desde la humildad, sin querer destacar, sin necesitar más felicitaciones que el saber que lo hace bien. Esto ha hecho que en los últimos exámenes haya sido también un buen apoyo para sus otros dos hermanos que muchas veces están más perdidos que perdidos. ¡¡Les temo cuando estén todos adolescentes!!
Y Juan… digamos que progresa adecuadamente. Es al que más le está costando. El que está más enfadado por lo sucedido, el que más le está costando transitarlo y al que más le afecta ya que al mismo tiempo tiene las hormonas revolucionadas y las emociones a flor de piel. Sin embargo, si miro como estaba el año pasado y ahora, tengo que decir que esta mucho mejor y va encontrando aquellas cosas que le gusta, que le hacen sentir bien, las cosas en las que puede colaborar…. Se ha hecho mi jardinero fiel y riega todos los días las flores que más lo necesitan y juntos programamos el riego de las jardineras. También hacemos juntos las cosas de bricolaje y el otro día cambiamos las guías del cajón de la cama de los niños. Las compramos el año pasado juntos y ahí las tenía en una esquina. ¡¡Me daba una pereza! Pero las pusimos, bueno, las puso Juan que lo hizo fenomenal y con el cuidado que tú le enseñaste a hacer las cosas manuales.
Y ya por último, comentarte que me hicieron una entrevista en una radio local de Madrid. Fue una experiencia preciosa donde tuve la oportunidad de compartir como vivimos el último año juntos y como estoy viviendo estos primeros meses. No es algo de lo que se suela hablar, pero que me parece necesario hacerlo, y no sólo por mí, sino porque considero que puede ser de ayuda para muchas personas que, al igual que nosotros, estén transitando por una situación similar. Una situación en la que por dura que sea es posible seguir disfrutando del regalo que es seguir juntos el tiempo que sea, como nos paso a nosotros.
Bueno, y ahora sí, terminé. Te mando un beso enorme de todos al cielo, a ese cielo que miro cada día y desde donde se que nos ves y nos cuidas cada día.
Te queremos infinito
Tatiana, tu princesita

Como siempre precioso, certero y apropiado, muchas felicidades, paciencia y fuerza, que es para toda una vida, y a cada uno nos toca vivirla de una manera diferente, pero siempre tiene que ser positiva.
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