Si hay algo que hacemos de forma recurrente en casa es ordenar: ordenamos la ropa, los armarios, las facturas… y esto se intensifica cuando hay niños, ya que es habitual que dejen las cosas en cualquier sitio. Así que aquí os dejo unos consejos, en base a mi experiencia, por si pueden ser de ayuda.
Hace tiempo que me di cuenta que no merece la pena pretender que cada cosa que se coja se deje en el sitio que estaba y por lo tanto que era mucho mejor asumir que es mejor adaptar la casa a nuestro estilo de vida para hacer el día a día mucho más fácil y ordenado, optimizando los esfuerzos y las horas que dedicamos a ordenar que intentar que todos hagan lo que tu quieres.
En casa tenemos cuatro enanos, así que podemos decir que tenemos cierta experiencia en estas cosas: hay mucha ropa, muchos juguetes, muchos zapatos…. así que aquí os dejo las pautas que utilizamos por si alguna os puede servir de ayuda, podéis adaptarla a vuestras vidas y permiten haceros la vida mucho más sencilla.
No hay jornada de orden
Lo primero que hay que hacer es quitarse de la cabeza que hay un día de la semana concreto para ordenar. Tener la casa ordenada requiere de pequeñas rutinas diarias que nos van a permitir disfrutar plenamente de los días de fiesta. Y para eso hay que incorporar ciertas rutinas al levantarse y acostarse:
Al levantarse
– Estirar la cama
– Recoger el pijama debajo de la almohada
– Recoger la mesa del desayuno
Al acostarse:
– Recoger la ropa del día y meterla en la lavadora*
– Preparar la ropa del día siguiente
– Dejar mochila y lo que necesites para el trabajo preparado
– Dejar el salón recogido, cojines colocados, juguetes recogidos
– Dejar reparada la mesa para el desayuno del día siguiente
* A mi me gusta poner la lavadora todos los días y así estar al día con la ropa
Reflexionar sobre las causas
Merece la pena identificar los rincones de la casa donde las cosas tienden a acumularse (entrada, cocina, zona de zapatos,…), analizad los hábitos y rutinas de la familia y ver las causas que provocan el desorden. Esto ayuda a buscar soluciones para estos rincones y así conseguir que la casa esté más tiempo ordenada.
Cada persona de la casa debe de ayudar a ordenar
El orden en casa no es tarea ni del padre, ni de la madre, es algo que cada uno tiene que hacer e incorporar dentro de la convivencia familiar y por lo tanto hay que crear las rutinas para que los más pequeños vayan adquiriendo esa rutina (dentro de sus posibilidades por supuesto). Esto tiene que ser parte de un juego y para ello se necesitará mucho tiempo al principio para hacerlo con ellos y que adquieran el hábito. Para ello, al principio habrá que adaptar las cosas a los niños:
– Retiralas cosas superfluas: un niño podrá estirar su cama si no hay nada encima, sin embargo le será complicado hacerla si está llena de muñecos, ya que además de complicar la tarea tenderá a jugar con ellos.
– Pon las cosas a su altura: si es posible bajar las cosas a su altura para que tengan autonomía. Ayuda mucho el poner un perchero a la altura de los nños para que cada uno pueda dejar el abrijo y las mochilas al volver del colegio. Si son pequeños poner una foto con de cara en la percha para que sepan donde va cada abrigo.
– Los juguetes tienen que recogerse y es tan fácil sacarlos como meterlos, por lo que antes de avisarles que tienen que dejar de jugar porque es la hora del baño, de la cena… hay que darles tiempo para que también puedan recoger. Hay que recordar que los niños no tienen ni reloj ni control del tiempo como los adultos.
La nevera
Otro gran centro del Caos es la nevera. Para mantener ordenada las habitaciones de los niños, lo primero que hay que hacer es que puedan ordenarlas ellos y por lo tanto las cosas tienen que estar a su altura y así puedan ser responsables de su habitación.
- Divide la nevera por categorías: la verdura con la verdura, los lácteos con los lácteos…
- Al volver de la compra no pierdas mi un minuto y guarda cada cosa en su sitio. Empaqueta la comida que vayas a congelar, guarda los cartones de leche en su lugar, o lleva los productos de limpieza a su armario.
- Elimina los envases innecesarios y deja los productos listos para coger sin perder el tiempo. Además, así reducirás el exceso de información visual, lo que te inspirará al orden.
- Busca un rincón para el desayuno para no tener que ir de un lado a otro de la cocina cada mañana.
- Planifica los menús de cada semana para comprar lo estrictamente necesario y organizarte mejor.
Las habitaciones de los niños
Para mantener ordenada las habitaciones de los niños, lo primero que hay que hacer es que puedan ordenarlas ellos y por lo tanto las cosas tienen que estar a su altura y así puedan ser responsables de su habitación.
Cuando los niños son muy pequeños para facilitárselo tenemos que reorganizar las cosas para que lleguen y tener mucha paciencia y constancia. Los niños son como esponjas (pero ojo no todos son igual) pero con el tiempo lo acabarán interiorizando en su rutina y será parte de sus juegos: sacar las cosas y luego meterlas.
– percha
– Cestas
– Cajas para los juguetes
– Una cesta para los zapatos
Proponte realizar pequeñas tareas de orden, como colgar la ropa o clasificar el correo, durante 21 días seguidos. Al principio te resultará costoso, pero poco a poco generarás costumbre hasta que consigas hacerlo sin apenas esfuerzo porque lo habrás automatizado a tus rutinas
Además, si encuentras algo fuera de su sitio, llévalo inmediatamente a su lugar. No lo dejes para más adelante, ya que las posibilidades de que después no lo hagas son enormes
Quita lo que no necesites…
Esto permite aprovechar mejor los armarios. La regla básica: “si algo entra, algo sale” es muy fácil de decir pero muy complicado para muchas personas (yo entre ellas ). Pero es un buen ejercicio y algo se consigue. Además te recomiendo
– Deshacerte de las bolsas sin remordimientos, ya que son un foco de desorden y restan espacio. Quédate solo con las que necesites de verdad. Además si ya no usas de plástico y solo entran en tu casa bolsas de papel, son perfectas para reciclar papel.
– Olvidarte de los “por si acaso”. No te engañes, ese día en el que usarás ese objeto que guardas con tanto esmero no llegará nunca. Mejor dona o descarta aquello que no uses.
– Las garantía de los electrodomésticos son válidas con el ticket de compra. Además, no hace falta que guardes las cajas del exprimidor, la tostadora y la plancha por si algún día dejan de funcionar.
– Revisar la ropa de andar por casa: Lo que esté viejo, roto o gastado, y ya no te pongas, pero lo guardas porque le tenías mucho cariño… mejor tíralo.
– Antes de comprar algo nuevo, visualiza qué espacio va a ocupar en la casa. Si no encuentras un lugar en el que encaje, mejor no lo compres.
– Revisa y ordena diariamente la correspondencia de tu buzón para evitar apilar las carta (hay mucha publicidad que te puedes quitar directamente).
– Si no tienes tiempo de ordenar las cosas al momento, reserva un lugar en cada habitación para dejar de forma temporal esas cosas que esperan ser ordenadas y fija un día a la semana para ponerlo todo en su sitio.
¡¡Suerte!!