Como un año más, os escribo aprovechando la Navidad para hacer un
breve repaso del año y enviaros todos mis mejores deseos para esta Navidad.

Lo más remarcarle de 2017 es que ¡¡ha pasado volando!! No sé si van a
pasar de igual de rápido de ahora en adelante el resto de los años,
pero si es así no me gusta nada ¡No da tiempo a darse cuenta!

Durante el primer semestre las protagonistas fueron las bodas. Tras un
largo periodo sin bodas este año fuimos a dos y he de reconocer que
disfruté como una enana. Siempre me han gustado porque es la fiesta
más divertida que puedes organizar: familiares y amigos están allí
gracias a unos novios enamoradisimos que se unen con la ilusión de
pasar juntos el resto de sus días. No puede haber un día más bonito.
Así que disfruto muchiiisimo tanto en los preparativos como el mismo
día de la boda: buscar los regalos, buscar la ropa… Las dos fueron muy
entrañables, divertidas y guardo preciosos momentos de ambas.

Durante el resto del año, como suele ser habitual, la actividad de los
niños ha ocupado el primer plano en nuestra casa. Además, no sé
exactamente porqué, pero este año el final y el principio del nuevo
curso fue de lo más intenso y nos llevó bastante tiempo organizar
todas la actividades que se querían hacer (bueno con Tatiana fue
imposible porque realmente quiere apuntarse a todo lo que existe en
este planeta de fútbol, a karate, pasando por ballet, tenis, teatro y
¡Chino!)

Toda este encaje de actividades empezó en junio con Juan y el deporte.
Tras un año de fútbol, decidimos que no era para él. Desde que entró
en el cole no había hecho más que quejarse: cuando no estaba porque no
estaba,  y cuando le apuntamos porque no tocaba el balón. Así que
aunque en los colegios es vital jugar a fútbol en el patio creímos
conveniente no insistir más y tras probar unos días, se apuntó a
Rugby. Desde el primer día le encanto (a pesar que las heridas son más
habituales de lo deseado).

Cuando sus hermanos vieron que se había apuntado a rugby empezaron a
pedirnos que les apuntásemos. Y en septiembre los tres chicos
empezaron las clases de rugby mientras las chicas conseguíamos tiempo
a solas… o eso pensaba yo. En el primer entrenamiento, tras tomarnos
un donuts rosas, peinarnos y hacernos coletas Tatiana empezó a decirme
que no entendía porque no podía estar “jugando” con sus hermanos en
rugby (no me lo podía creer), que porque tenía que estar sola sin
ellos y es que en cuanto ve que hay algo que no hace ella enseguida lo
pide por eso le llamamos «Tatianita Yo también quiero» . Le expliqué
que ella hacía ballet y los chicos rugby y que no pasaba nada por
hacer alguna actividad distinta pero …. no lo entendía. Esa noche,
durante la cena volvió a repetir lo mismo y cuando Juan dijo que no
entendía porque la niña no podía ir a fútbol… lo ví claro… no iba
a ser yo la cuasante de ningún trauma….. y al día siguiente la
apunté. Así que de la noche a la mañana tenemos a los 4 jugando al
rugby y lo mejor de todo es que Tatiana no sólo es la única niña en su
grupo sino que además es buenísima y hasta ha sido capitana en algunas
ocasiones.

Y entre todo esto Juan ha empezado este año tercero (costó un poco el
arranque pero ya lo ha encauzado). Sigue con su amor por la guitarra y
el coro, y este año ha empezado violín con una grandísima profesora
que ha conseguido, en pocas semanas, no solo trasmitirle el amor por
el violín sino que tan apenas desafine (de lo cual le estaremos
eternamente agradecidos). Pero lo que más nos ha sorprendido en las
últimas semanas ha sido su capacidad interpretativa: tuvo que hacer un
poema por Navidad y había que oírle como lo recitaba ¡¡increíble!! Así
que tenemos un actor en la familia J

Gonzalo se mantiene en el ranking de hermanos como el volcan de las
emociones.  Vive la vida con máxima energía y emotividad para lo bueno
y para lo malo: Lo malo lo siente en lo más profundo de su corazón y
lo bueno lo disfruta como un enano: te da unos abrazos que te
espachurra,  aunque es difícil tenerlo más de dos minutos sin moverse:
 tiene más energía que varios volcanes juntos y pasa de la risa al
llanto en décimas de segundo. Sin embargo, aunque podría parecer que
es una lagartijilla es muy constante y trabajador y lo que se propone
lo consigue. Así que tanto el deporte como la relajación, le viene
fenomenal para canalizar su energía. Este verano estuvimos haciendo
ejercicios de relajación y la verdad es que como es tan tenaz se
concentra muchiiiisimo.

Tatiana es feliz, fácil, sencilla, delicada, la más organizada y la
que menos se complica la vida. No suele discutir ante nada, y se
escapa ante cualquier conflicto que aparece por delante de ella con
gran inteligencia para separarse del foco de conflicto. Tiene un gran
grupo de amigos en clase con mayoría de chicos a los que entiende muy
bien pues tiene tres hermanos en casa. Le encanta peinarse, elegir la
ropa que se va a poner y disfrazarse. Es presumida y muy sensible…
Simplemente adorable.

Alejandro sigue siendo nuestro pequeño «Ale»: sencillo, amoroso y muy
curioso. Amante de los animales hasta el punto de traerte bichos a la
cocina para que los veas. Es el que se te acurruca en el sofá cuando
ves una peli o se te cuela en la cama sigilosamente para dormir
contigo. Le encanta la cocina y es capaz de sacrificar unos dibus por
echar una mano, sobre todo con los dulces. Últimamente viven en guerra
eterna Gonzalo y él pero se quieren tanto como discuten, así que deben
de ser los ¡¡mejores amigos del mundo!!

Así que tras unos años muy intensos empezamos a bajar el ritmo y
disfrutamos de su ayuda: bajan a poner la mesa del desayuno, recogen
el friegaplatos ( y aún no se ha roto ningún plato… ), estiran la
cama, … Muchas veces nos partimos de la risa de ver como lo hacen
porque por un lado ves que están intentando ayudar pero al mismo
tiempo son capaces de hacer una torre de cosas para subirse a coger
los cereales. Pero como lo hacen con tan buena intención que merece la
pena asumir el riesgo.

Sin embargo todo este maravilloso año ha tenido un triste final ya que
el pasado 13 de diciembre fallecía el padre de Juan. Perder una
persona tan cercana es muy duro, pero cuando es un padre, uno de tus
pilares… aún más. No estamos acostumbrados a despedirnos y por lo
tanto es muy difícil gestionar este tipo de situaciones. Cuando se lo
dijimos a los niños, no entendían que no fueran a volver a verlo así
que le dijimos que estaban en las nubes y con la lógica que tienen
enseguida pensaron en coger los prismáticos para buscarle. Pero
enseguida llego la siguiente pregunta «¿y si no le vemos?», entonces
les contesté: «pues le enviaremos globos, de los que vuelan, con
mensajes para que los lea» y ya están pensando en que ponerle al
abuelito por Navidad.

Así que sin tiempo de volver a la rutina ya tenemos encima la Navidad,
días de encuentro, para pasar con la familia en la que necesitamos que
cada uno de nosotros ayudemos a hacer de estos días lo mejor: dar
apoyo a los que lo están pasando mal, acompañar a los que están sólos,
hacer disfrutar a los que están tristes y ver la ilusión en los ojos
de los niños haciéndoles disfrutar de la magia de la Navidad….

Por lo que este año en especial mi propósito es aprovechar y disfrutar
del gran regalo que es la familia y los amigos y durante unos días
olvidarme de las preocupaciones y todo lo malo que nos pesa en el día
a día. Ya que no podemos cambiar el pasado y es difícil controlar el
futuro, intentemos vivir, al menos por unos días, el presente y el
ahora.

Os deseo a todos, de todo corazón, todo lo mejor para esta Navidad y
muy muy feliz 2018


FELICES FIESTAS Y FELIZ 2018