Ya queda poquito para Nochebuena y Navidad, y como todos los años, aprovecho este momento del año para compartir con vosotros un resumen de 2016. A muchos de vosotros os hemos visto y hemos podido compartir muchos de esos momentos juntos pero, como no siempre es posible por falta de tiempo y en muchas ocasiones por la distancia que nos separa,  aprovecho ahora para poder acercarme un poquito más a vosotros (como siempre a horas intenpestivas de la noche que es cuando puedo escribir tranquilamente).

El año 2016 ha sido un año especialmente intenso a nivel laboral con grandes cambios en la que he tenido que aprender mucho y empezar un poco desde «cero», pero como todo cambio abre la puerta a grandes oportunidades estoy con mucha ilusión. Eso si las vacaciones de verano fueron más necesarias que nunca y aprovechamos para descansar y desconectar 4 semanitas en la playita (Almería, Huelva y Cádiz) con no muchos más objetivos que ver el mar cada mañana y cada tarde haciendo algo de turismo los días que aparecieron algo nublados. Como los peques ya no son tan pequeños han disfrutado muchiiiisimo de la playa y nosotros también. Nos hemos hecho muchas fotos divertidas y hemos empezado a jugar con juegos de mesa como el parchis, las damas, los Colonos del Catán, el ajedrez, la oca, el monopoli, el Cluedo Junior,… Lo que da mucho juego tras la siesta. Y como somos muchos, podemos dividirnos en juegos por edades así disfrutamos todos.

Un año más haciendo recuento, podemos decir que hemos hecho muuuuchos kilómetros este año tanto en coche como en avión para ver a la familia y para algún que otro plan de amigos así que la maleta ya llega un momento que casi se hace sola. Somos capaces de organizarnos en unas pocas horas para salir de viaje todos. Lo cual… es bastante divertido porque descolocamos a los peques y … a nosotros mismos.
Casi nunca se nos ha olvidado nada que haya sido esencial, aunque siempre hay excepciones: un día llegamos a Zamora sin pañales y después de ir de excursión en busca de la farmacia de guardia, Gonzalo acabó durmiendo con un pañal de adultos que el pobre no sabía que hacer con tanto pañal a su alrededor. Por su paciencia y resignación, se llevó un premio al día siguiente.

En septiembre empezó el curso escolar y junto a este todas con las actividades asociadas: música, futbol, baloncesto, gimnasia rítmica,… Juan está en 2º de primaria y los peques en 3º de infantil así que Juan ya empieza a tener muchos exámenes y Tatiana, Gonzalo y Alejandro están empezando ¡a leer! Lo que pensábamos que iba a ser complicado de gestionar está resultando bastante más fácil de lo imaginado ya que se ayudan mucho entre ellos y además ninguno quiere quedarse atrás por lo que ponen todos mucho de su parte por aprender.

Juan empezó el año con mucha energía y muy satisfecho de las rutinas de lectura y escritura del verano que le ayudó a mejorar la calidad de la escritura y la velocidad de la lectura. Además ha empezado a jugar a baloncesto y a futbol y se apuntó voluntariamente al coro. Vamos que no para. Esta motivadísimo y disfruta mucho. Así que después de 5 años de la «invasión trilliza» podemos decir que ya está superado.

Gonzalo sigue siendo el más extrovertido y más social, nunca lo verás sólo, siempre tiene un plan preparado o un plan al que unirse. Parece un gamberrete y un payaso que no presta atención a las cosas pero, sin embargo, es muy exigente consigo mismo y en cuanto ve algo que no sabe pone todo su empeño en aprenderlo (un día vio un abecedario escrito en la pared de una clase del colegio, y empezó a escribirlo en una hoja todos los días hasta que consiguió aprenderlo). Esto le da un gran valor pues a través de tu tenacidad y constancia consigue aprender todo lo que se propone.

Tatiana es muy dulce y sensible aunque también es muy fuerte y muestra mucha entereza ante situaciones complicadas. Es ágil aprendiendo y asimila todo con gran rapidez. Es nuestra pequeña Herrmione  jajajaja.
Le encanta bailar y se siente como una gran princesa cada vez que puede llevar un vestido (cuanto ideal sea mejor). Esta aprendiendo a aprender los colores que pegan y viene de vez en cuando con ropa para que le confirme si pegan los leotardos con el vestido,… ¡¡me encanta!!

Alejandro es muy sensibles y cariñoso y me dice cosas preciosas cuando nos despedimos por la mañana como «eres la mamá más guapa del mundo y te quiero con todo mi corazón». Además se acerca a tu lado lentamente hasta que consigue que le acabes abrazando y no le sueltes. En la parte del habla, que iba algo más lento, ha avanzado mucho este año y eso le ha dado mucha confianza ayudando mucho en su madurez. Por supuesto, tras un año con el logopeda en casa nos hemos vuelto expertos en la materia y le damos mucho apoyo. Ya pronuncia bien casi todas las letras ¡hasta la R y las trabadas! Así que ha alcanzado a Juan, que no la pronunció hasta los 6 años.

La verdad es que es un regalo verles crecer y poder empaparte de la alegría, la inocencia y las inquietudes que tienen. Ver cómo van sorteando los imprevistos y poder darles herramientas para que puedan resolver las situaciones que se le ponen por delante. Enseñarles a gestionar sus emociones, a agradecer, a demostrar su amor sin vergüenza, a abrazar… Sentir, conscientemente, que cada acto que haces te están mirando y eres un ejemplo que van a copiar (para bien y para mal) es un orgullo pero también una gran responsabilidad. Y por supuesto que no es fácil, pero nadie dijo que lo fuera. Seguramente es y será el trabajo más complicado al que me tenga que enfrentar.

Sin embargo soy muy afortunada porque desde pequeña me enseñaron en mi familia el importante lugar que tienen los niños en la familia, lo divertido que es jugar con ellos, celebrar, cocinar juntos, preparar cosas juntos… Si bien sólo tengo recuerdos de una de mis abuelas (ya que el resto fallecieron antes de que yo naciera o siendo yo aún un
bebe…) su recuerdo es muy fuerte. Todo un ejemplo de fortaleza y decisión. Nada se le ponía por delante y era capaz de hacer lo que hiciera falta para conseguir lo que se había propuesto. Además de ser una fantástica cocinera y anfitriona de la que conservo grandes recuerdos en la cocina. Con ella pasaba horas preparando las comidas de Navidad o de cualquier otro evento familiar que se terciase. Además tengo la suerte de tener unos padres trabajadores y luchadores: Un padre al que jamás le vi derramar una lagrima ni perder el animo cuando le diagnosticaron el cáncer y una madre que siempre se ha puesto a disposición de todos y ha ayudado siempre que ha sido necesario sin importarle si le quedaba ni un segundo para ella. Unos hermanos con los que he jugado y juego, me he reido y me río y he querido y les quiero… porque son simplemente mis hermanitos. Y además tengo muchos tíos, muchos más primos y mucho otros primos, que no son primos ni son nada, pero que nos queremos un montón y nos apoyamos cuando lo necesitamos. Toda esta red familiar es mi pilar y la que me ha ayudado a llegar hasta aquí. Y los últimos 15 años se unió Juan a este gran pilar (si bien ninguno de los dos pesamos que llegaríamos a este grado de intensidad) me enseñó a relativizar las cosas, a pensar antes de hablar, a madurar los pensamientos, a ordenar el día a día… Así que no puedo deciros más que ¡¡gracias!! No hubiera podido hacer las cosas así sin vosotros.

Y por todo esto estoy feliz de que llegue la Navidad. Porque por supuesto que la vida no es fácil, por supuesto que seguramente hay años que sean más las cosas malas que las cosas buenas, pero… la Navidad es un momento maravilloso del año que nos brinda la oportunidad de compartir, de disfrutar desde hace ya unas semanas con todos los preparativos de la Navidad: la preparación de postales navideñas, de los disfraces para actuaciones en el colegio, de ensayos, de la decoración en casa, del árbol de Navidad, del Niño Jesús, del Belén, de villancicos, de cena y comidas de amigos… Días de encuentro, de nuevos propósitos para el Año Nuevo, de ilusiones, esperanzas, de intercambio de felicitaciones y regalos.  Un momento muy propicio para poder mostrar la generosidad, la amistad, la alegría, la colaboración…compartiendo tareas que rodean la Navidad. Y un año más quiero aprovechar este momento del año para disfrutarlo.

Os deseo a todos todo lo mejor para esta Navidad, que el Nuevo Año
2017 venga cargado de buenas esperanzas y alegrías, que el espíritu de la Navidad invada vuestros corazones y … aprovecha porque es Navidad.

Un beso enorme